¿Dónde están las manos de Dios?
¿Dónde
estarán las manos de Dios?
Cuando
observo la injusticia, la corrupción, el que explota al débil; cuando veo al
prepotente pedante enriquecerse del ignorante y del pobre, del obrero y del
campesino carente de recursos para defender sus derechos, me pregunto:
¿Dónde
estarán las manos de Dios?
Cuando
contemplo a esa anciana olvidada, cuando su mirada es nostalgia y balbucea
todavía algunas palabras de amor por el hijo que la abandonó, me pregunto:
¿Dónde
estarán las manos de Dios?
Cuando
veo al moribundo en su agonía llena de dolor; cuando observo a su pareja y a
sus hijos deseando no verle sufrir; cuando el sufrimiento es intolerable y su
lecho se convierte en un grito de súplica de paz, me pregunto:
¿Dónde
estarán las manos de Dios?
Cuando
miro a ese joven antes fuerte y decidido, ahora embrutecido por la droga y el
alcohol, cuando veo titubeante lo que antes era una inteligencia brillante y
ahora harapos sin rumbo ni destino me pregunto:
¿Dónde
estarán las manos de Dios?
Cuando
a esa chiquilla que debería soñar en fantasías, la veo arrastrar su existencia
y en su rostro se refleja ya el hastío de vivir, y buscando sobrevivir se pinta
la boca y se ciñe el vestido y sale a vender su cuerpo, me pregunto:
¿Dónde
estarán las manos de Dios?
¿Dónde
estarán las manos de Dios?
me enfrento a Él y le pregunto:
¿Dónde
están tus manos Señor?
Para
luchar por la justicia, para dar una caricia, un consuelo al abandonado,
rescatar a la juventud de las drogas, dar amor y ternura a los olvidados.
Después
de un largo silencio escuché su voz que me reclamó, "No te das cuenta de
que tú eres mis manos, atrévete a usarlas para lo que fueron hechas, para dar
amor y alcanzar estrellas".
Y
comprendí que las manos de Dios somos "TÚ y YO", los que tenemos la
voluntad, el conocimiento y el coraje para luchar por un mundo más humano y
justo, aquellos cuyos ideales sean tan altos que no puedan dejar de acudir a la
llamada de Dios, aquellos que desafiando el dolor, la crítica y la blasfemia se
reten a sí mismos para ser LAS MANOS DE DIOS.
Les
hablo Yohan Cala
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