Ansias de vivir

Después de pasar días de preocupación y angustia por proyectos que no veía concluidos, por respuestas que no obtenía y nuevas preguntas que me asaltaban continuamente, por esperanzas que se iban apagando y tiempos de poca claridad; los miedos e inseguridades se hacían más fuertes y mi mejor aliado era el silencio. El tiempo pasaba y yo me estaba adentrando a un lugar de amargura en el que ya me estaba comenzando a poner cómodo. Nadie quiere estar hundido en la amargura, pero a veces es lo más cómodo. Cuestiones cotidianas pueden romper con nuestra paz, y es que aunque son cotidianas no siempre son simples, y para volver a tener paz hay que solucionar el conflicto que nos han ocasionado y eso requiere tiempo, esfuerzo, sacrificios y disposición. En mi experiencia he descubierto que sólo puedo salir de ese círculo cómodo de desgana, conformismo y pesimismo cuando me quito del centro. Ese sentimiento de insuficiencia e insatisfacción me llega cuando olvido que no soy el centro; me invad...