Pasito a pasito, suave sua…ok no es de eso
¿Pero y si nuestra odisea implica que debamos cambiar nuestro entorno… o el mundo? Así como esa frase cliché que dice que solo los locos pueden cambiar el mundo, el primer paso a dar parecería ser entonces el de convertirnos en «locos», locos por atrevernos a pensar distinto a la mayoría o como para querer cambiar un sistema, sin embargo, si lo que queremos es cambiar una visión de nuestro entorno o mundo, el primer paso es ser lo suficientemente loco como para cambiar la visión que tenemos de nosotros mismos.
Empezar por mirarnos dentro es el primer paso hacia un cambio para convertirnos cada vez en lo mejor que se puede llegar a ser, querer cambiar a otras personas o su visión ante el mundo sin buscar cambiar nosotros primero puede atraer el conflicto de forzar a esa otra persona a hacer algo o a ser algo que tal vez no le guste; cada quien es distinto, lo que me gusta puede que no le guste al otro, es por eso que tendría entonces que cambiar mi percepción de lo que yo veo y siento por la que el otro pueda ver y sentir, es como quitarme mis zapatos primero antes de caminar descalzo para luego intentar ponerme en los zapatos de la otra persona. Tener en cuenta esa empatía es un trabajo de todos los días, debo comprender mi forma de ser en primer lugar antes que cualquier otra cosa.
Cada
quien nació para hacer grandes cosas en esta vida por muy pequeñas que puedan
parecer a veces. Al observar el mundo de los atletas de alto rendimiento
deportivo en competencia, he quedado fascinado por la facilidad con la que
ejecutan y dominan sus pruebas, es como si hubiesen nacido para ello, quizá
algunos si, por sus condiciones genéticas, pero la verdad es que todos para
estar en el nivel en el que están han atravesado una gran serie de pasos a
seguir; como las competiciones serias y oficiales no permiten el dopaje, el mejor
hack que pueden haber hecho para llegar a tal punto, es el de hackear su
mentalidad para negarle el acceso a los malos pensamientos que evitan la
realización de sus deseos y sueños como deportistas.
Para
terminar, nuestro mejor punto de apoyo para dar el primer paso hacia el cambio,
ya sea individual o para mover al mundo como palanca que somos (hay otra frase
cliché por ahí) es simplemente el amor por lo que queremos llegar a ser y las
cosas que queremos hacer.
Les hablo Yohan Cala
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