La realidad de vivir la fantasía

Hacer realidad los deseos podría describirse simplemente como la sensación más agradable jamás percibida, las palabras únicamente se encuentran en la persona o el grupo de personas quienes cumplen el logro de su fantasía, el éxtasis de la realización personal, dar vida o hacer en vida lo que antes empezó como un pensamiento, he ahí el fundamento del «pienso, luego existo» aunque los seguidores del materialismo pueden muy bien decir «porque existo es que pienso» lo más cierto es que la creación debe empezar de algún lado, su origen.

La realidad tal vez pueda no ser como se imagina, el camino es resbaladizo, tarde o temprano nos puede meter en un mar ilusorio en donde podemos quedarnos náufragos, solo a la espera de esperar a alguien quien se compadezca y nos saque de allí, estando por el camino, de igual modo es un desafío, si uno no se resbala, los tropiezos suelen ser parte del camino; se puede relacionar con la enseñanza religiosa de cargar con una cruz para luego volver a la nueva vida después de tanto sufrimiento pues la historia no termina en la cruz, otra forma de verlo es la cuestión de dejarse llevar por las circunstancias superando los obstáculos para alcanzar la realización; como sea la vida te buscará pelea y la única respuesta que acepta es afirmativa, con eso entiendo lo que desde siempre he escuchado cuando se le pregunta a alguien que cómo se encuentra y responden: ¡pues ahí, en la lucha!

Quizá sea por haber recibido una dosis correcta de videojuegos y animaciones de gore, horror y violencia, si es que hay tal dosis, puede más bien tratarse a mi forma de ser algo «antiparabolica», pero cuando la fantasía o el sueño de una mayoría al llevarlo a la realidad, su proceso resulta parecer sacado del caos y la pesadilla, lo que puedo imaginarme es la satisfacción de cuando se acabe o se consiga la meta, otros me sorprenden cuando se centran en el proceso violento, como si antes su dosis fuera muy poca o nula, que cuando la perciben consiguen esa «nueva sensación», o en el caso contrario de los ya adictos a buscar más y más. Centrarse en el proceso sé que es lo mejor, pero debe haber una vía más efectiva.

Visualizar la realización de la fantasía, sentir la nueva vida antes de que suceda, es lo que aporta la fortaleza, la resiliencia en nuestro ser se va formando durante el proceso, es un modo de contemplación que ayuda a no perder el foco de atención en lo importante, callar las voces internas de la conciencia, decirle al subconsciente que deje de estar mostrando imágenes poco relevantes para el asunto que más interesa, en fin, es meditar al respecto lo que nos va calmando en el camino, solo es necesario buena disciplina y no quedarse en solo imaginarlo — algo que en verdad necesito.

La realidad de vivir la fantasía es la película en donde cada quien es el personaje principal; ninguno es un NPC en tal videojuego ya que somos quienes tenemos el control; todos somos el héroe en el viaje de nuestro destino.

Les hablo Yohan Cala 

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