Yohan Cala, Aventurando por el mundo

Me encuentro encerrado, cuando no sé hallar la salida, es el momento en el cual me he descubierto en lo que soy capaz. Sea en el aislamiento, o en el destierro, permanecer perdido por cierto tiempo, sin sentido, dirección y guía, cegado además de tal situación, sumergido en un dolor que no duele pues la herida es abierta lentamente. Encerrado a puertas abiertas, esclavizado con ilusiones de libertad plena, viviendo mis mentiras propias de verdades ajenas, discapacitado pensando en querer… Sin creer, sin poder. Atado a condiciones impuestas, con ínfulas de lo que no se es, para crear un ser, sin buscar primero estar en donde se es. Me libero de lo externo encerrándome por completo, creando mi cárcel de desapegos; gracias a quien me mostró la llave que abre la suya, me hago a modo de espejo una copia, pero mía propia. Aislado, desterrado, pero con sentido y dirección, la llave la tengo para salir de cualquier situación; aftas curadas, tenue vanidad en mi cárcel, libertando en plena...

Hace un tiempo me había planteado esta pregunta: ¿Quién decide lo que es moralmente correcto? Es una interrogante que antes ya me la habían propuesto; conversando con un amigo, una de esas conversaciones espontaneas que se dan, cosa normal, me decía que si una tribu de caníbales tiene como regla firme no comerse a sus miembros, pero entonces sobreviven mediante la cacería de otras para así alimentarse, ¿Quién decide si eso es malo? ¿Cómo se podría determinar si lo que hace esa tribu es moralmente correcto o no, si cumplen con una regla inquebrantable donde es malo comerse entre ellos pero «bueno» comerse a otros? En tal caso, siempre andarán en conflicto con otros grupos, y en cada momento estarán más cerca de su consecuente exterminio, bien sea tanto por derrota en alguna batalla, o por hambruna si no se adaptan. A la interrogante se le puede responder que: quien decide es lo que permanece, quien hace continuar la vida. La tribu si quiere permanecer viva le convendría establecer...

La vida es un ciclo y una aventura al mismo tiempo, nunca debes permitir que el miedo te domine, consuma y arrebate tus mejores momentos, tus más grandes anhelos o tus sueños. Pero que es el miedo, es todo aquello a lo que se teme, a todo aquello a lo que se huye o simplemente se evita, no permitas que el miedo te consuma a ti y a tu corazón, porque cuando te des cuenta te habrás perdido, habrás dejado de ser tú mismo, además la sociedad del que dirán, de las apariencias te atrapara y te convertirá en un ser sin el poder de decidir por sí mismo, dependiente, mecanizado en el sistema tan absurdo que nos impone esta sociedad a seguir, con unas reglas que solo favorece a la minoría. Si dejas que tus miedos te atrapen y consuma cada uno de tus pensamientos, en ese momento te convertirás en una maquina viviente, en donde no tendrás el poder de decidir sobre ti mismo, atrapado en la rutina qué solo haces por obligación y por sobrevivir. Ten valor, se valiente, afronta todos y cada uno ...