Reflexiones de amor y paz
Gracias Padre por no mirar con enojo
Gracias por darme lo que no merezco
y perdonar todas las veces que te ofendo
con mis actitudes egoístas y muchas veces
malignas que tengo en mi diario vivir.
De rodillas estoy en tú presencia tratando
de mirar muchos más allá de una hermosa imagen
que veo delante de mi.
Gracias Padre por darme dolor, para apreciar la alegría
cuando se alojan en mi.
Dame fuerzas para seguir en el camino de la vida
que muchas veces cansada, no sé distinguir.
Si estoy en el correcto aligera mis pasos
más si estoy en el incorrecto hazme tropezar
y pueda mirar tu cielo y nunca olvidar
que Tú siempre a mi lado estás.
Gracias Padre celestial porque si puedo escribir
algo para tí, es porque me y me das la oportunidad
un día más estar bajo tu mirada protectora.
Yo, un humilde ser que para ti los versos más sublimes
salen de este corazón, humilde y sereno así como eres
Tú.
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