Una Navidad sin ti
Más
de una vez me dijiste que tenía alma de niño, pues me gustaba correr en la
nieve y lanzártela a la cara. Para mí era una época muy especial del año, ya
que fue en una navidad cuando te me declare, la recuerdo como si fuera ayer.
A
ambos nos gustaba armar un enorme muñeco de nieve fuera de la casa, y delante
de él prometernos que nunca nos separaríamos. Él hacía de nuestro confidente
aunque fuese sólo una vez al año.
Era
una costumbre muy nuestra celebrar a solas la llegada del año nuevo,
preparábamos con regocijo dos copas con una docena de uvas, que al dar las doce
campanadas comíamos, para después darnos un abrazo muy fuerte y desearnos lo
mejor. El resto de la noche pasábamos recordando anécdotas de navidades
pasadas.
Precisamente
estoy recordando una, sé que tú también la recordarías: fue hace seis
navidades, acudimos a casa de mis padres y los niños correteaban por el enorme
jardín. Llegaste con una pequeña piñata, adornada con corazones y nuestros
nombres en distintos colores. Me dijiste que era especialmente para mí y me
pediste que sólo yo la rompiera. Todos estaban expectantes, pues no entendían
de qué se trataba.
Empezaron
a balancearla en lo alto, mientras coreaban el tradicional “dale, dale”. Al
romperla cayó una sortija. Inmediatamente la levantaste y me dijiste que si
quería ser tu esposa y acepté emocionada. Te amaba y fue lo mejor que me había
podido suceder.
Después
de cinco años de estar llevando a cabo este ritual que a muchos pudo haberles
parecido absurdo llegó el desenlace inevitable. La navidad te trajo y la
navidad te llevó de mi lado. Fue hace una navidad, cuando sufriste aquel
accidente, en el cual moriste instantáneamente. Fue doloroso, tanto que pensé
que esta navidad, sería la peor de todas. Si bien es muy triste no es la peor.
Ahora mismo estoy haciendo el muñeco de nieve que solíamos hacer y nuevamente
le platicaré mis confidencias como cada año. En el año nuevo prepararé una copa
con doce uvas y brindaré por ti, mi amor del tiempo.
Cada
año haré lo mismo, llevaré a cabo el ritual tan romántico que estábamos
acostumbrados a hacer.
Les hablo Yohan Cala
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