Los cambios que nos harían bien para el año nuevo
Hablo
de cambios que comienzan por nosotras mismos, en nuestro interior, en nuestra
forma de ser y ver las cosas. Cambios en nuestra propia actitud hacia nosotros
mismos, cambios en nuestras formas de vivir el día a día, cambios que se
realizan en nuestro interior.
Puede
que en este pasado año no lográsemos todo lo que hubiésemos querido, pero que
eso no nos importe demasiado, pues en lo poco algo sí hemos ido cambiando:
ahora somos conscientes de que tenemos valor y que podemos lograr lo que nos
propongamos, aunque tengamos que perdonarnos por nuestras malas acciones del
pasado y recomenzar de cero.
Es
buen momento para plantearnos una renovación total: ser buenos con nosotros
mismos, cuidar de nuestro interior, crecer como personas, y volvernos mejores
cada día. Que de ahora en adelante, no dejemos pasar las oportunidades que la
vida nos da, especialmente de hacer lo correcto y ayudar a los demás… y de
dejar de tener pensamientos negativos que nos destruyen y nos hacen tomar malas
decisiones. Ahora es el momento de cambiar, pero para bien y para mejor.
Comencemos
por lo más sencillo: perdonarnos a nosotros mismos, perdonarnos por haber
cometido errores, por habernos equivocado, por dejar de lado las cosas
importantes, por haber vivido con demasiadas prisas sin permitirnos disfrutar
de la vida. El mejor regalo que nos podemos dar es darnos el perdón, porque tal
vez siempre hemos estado confundidos, o tal vez pensábamos que lo que hacíamos
era lo que debíamos, cuando en el fondo sabíamos que no.
Propongámonos
ser mejores que nuestros enemigos, lo cual debiera ser relativamente sencillo;
busquemos hacer lo correcto, hacer el bien, crear mejor ambiente y actuar con
dignidad. Seamos buenos aunque no nos lo agradezcan, incluso aunque no nos lo
reconozcan. No importa, seamos mejores, seamos ejemplares, seamos como sabemos
que debemos ser, personas correctas, auténticas, sinceras, dignas y buenas. Si
nuestros enemigos no nos aprecian por ser así, es que precisamente no son dignos
de nuestro nivel. Somos buenos, pero también guerreros, luchamos por lo que
queremos, por lo bueno y por lo correcto.
Este
nuevo tiempo, hablemos de todo lo que somos capaces de hacer, como por ejemplo
perdonar y olvidar, escuchar a los demás y darles apoyo y cariño, ser capaces
de mirar con indiferencia a los que más daño nos han hecho… ¿Y sí empezamos a
amarnos tanto que ya no necesitamos tanto amor de los demás, que con nuestro
propio amor ya estemos cubiertos y satisfechos?
Enseñemos
a nuestros niños lo que significa amar sin interés, pero también aprendamos de
ellos, pues dentro de su inocencia son capaces de enseñarnos su mundo perfecto.
Empecemos
a ser personas diferentes, hagamos un cambio en nuestras vidas, seamos más
exigentes con nosotros mismos, pero para bien, para poder llevar a cabo estos
cambios en nuestras vidas.
¡Tenemos
que hacer cambios! Pero todos los cambios han de comenzar por nosotras mismas.
No es mala idea hacer planes, agendar nuestra vida, ser más organizados para
ser las excepcionales personas que sabemos que podemos llegar a ser. No guardemos
rencores, ni cosas innecesarias en nuestras mochilas, saquemos lo inservible para que se aliviane nuestra
vida, por nuestro propio bien.
Pero
seamos cautos, un podo de dudas en nuestras vidas es bueno, no creamos todo lo
que nos dicen, ni todo lo que vemos, porque incluso nuestros propios ojos nos
pueden engañar. Y no dejemos de felicitarnos cuando hacemos algo bueno sin
esperar que nadie lo haga, porque nosotras mismas nos bastamos para todo; basta
de estar opinando y ofendiendo, somos mejores que toda esa mezquindad.
Empecemos
a disfrutar de las pequeñas cosas, así podremos hacer grandes planes para nuestra vida. ¡Este año será nuestro,
porque así lo hemos decidido, vamos a cambiar nuestra manera de vivir y mirar
la vida con amor! La vida será mejor así, ya lo verás.
Atentamente Yohan Cala.
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