¡Bienvenido, mes de diciembre!
Hay
que alegrarse, no por los regalos ni nada material: es un mes lleno de
ilusiones y esperanzas, el mes de los milagros.
Tiempos
duros nos ha tocado vivir, por lo mismo, es tiempo de reflexionar, de cambiar,
de creer que todo puede ser bello si así lo deseamos. Es tiempo de hacer pausas
en nuestras vidas, aparcar nuestros problemas y pensar en los demás, ¿hemos
hecho cosas buenas?, ¿hemos ofendido a alguien con nuestras palabras?
-Diciembre-
Consideremos
dar amor a quien nos hace mal, dar amor a quien menos se lo merece, olvidar los
rencores, dar muchos abrazos y palabras de ánimo… porque si damos de lo bueno
que hay en nuestro interior, de igual manera recibiremos el doble.
Muchas
veces creemos que los mejores regalos son los que se envuelven, mas no es así,
muchas veces una sonrisa, un apretón de manos o unas dulces palabras son
mejores regalos que aquellos que se pueden envolver, pues son regalos que se
sienten y abren en el corazón.
Es
hora de cambiar nuestro modo de mirar el mes de diciembre… Hagamos de estas
navidades algo más espiritual, detengámonos por un momento para tener un
encuentro con Dios y con nosotros mismos. Que la ambición de esta sociedad
consumista y materialista no nuble nuestro encuentro con Dios y nuestros
hermanos… recordando en especial a los más pobres, necesitados, discapacitados,
ancianos… y a todos nuestros amigos.
Ya
viene Navidad, Dios los bendiga a todos.
Les
hablo Yohan Cala
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