El hambre y la sed de más
Es posible que haya ocurrido cuando intentaron responder la pregunta que aún hasta ahora permanece como uno de los misterios más grandes, lo que compartimos con todo ser vivo, que de repente el hombre se formulara la pregunta de qué pudiese ocurrir después, ha generado un incontable número de creencias para darnos la seguridad de que comprendamos que lo verdaderamente importante es mantenernos con vida, sin darle la última palabra a lo que nos espera.
Superar
la finitud de nuestra existencia es quizá la más grande tarea para la comunidad
científica hoy en día, realmente creo que como seres humanos podemos hacer
grandes cosas, tenemos una maquina dentro del cráneo con el poder de solucionar
cualquier problema que le presentemos, únicamente basta con darle las ordenes
correctas para que pueda completar el fin que creemos posible.
En
mi opinión, la cita anterior describe el deseo de esa búsqueda imparable que
tenemos cuando nos damos cuenta de nuestra finitud y queremos intentar
conectarla con el infinito, San Agustín también señala sentir esa hambre y sed
de algo más grande en su poema Tarde te amé. Es esa hambre y la sed de más lo
que nos ha traído hasta nuestros días y lo que nos puede seguir llevando por el
camino de la vida, como humanidad en general, si queremos continuar con ese
plan, nos conviene creer que podemos, las soluciones están en nuestras manos…o
cabeza, después de todo, nuestro cerebro ha evolucionado para que podamos
sobrevivir.
A través de la historia se puede apreciar los intentos del hombre para hacer sentir su presencia aún después de fallecer, numerosas obras y monumentos que han perdurado en el paso del tiempo, sin embargo, el deterioro de lo material es algo que no se puede ocultar, lo que en verdad no se deteriora, son las cosas que podemos aprender, el conocimiento y enseñanzas transmitidas de generación en generación que nos forman a cada quien como individuos, aprendizaje que ha quedado grabado en nuestra mente y ha sido fundamental para que la existencia continúe.
Conectarse
con ese infinito no es solo buscar y mirar hacia arriba tratando de responder
preguntas existenciales, querer alcanzar la grandeza o acumular cosas para
saciar el hambre y la sed, personalmente considero que se trata de actuar de
modo en la que podamos sumar para que el plan de la vida pueda continuar,
obrando de esa manera, el hambre y la sed de más quedarán saciadas, descansando
así el inquieto corazón.
Las
ideas son las que hacen trascender.
Les
hablo Yohan Cala
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