El valor de una sonrisa, regala una sonrisa
Enriquece
a quienes la reciben, sin empobrecer a quienes la dan.
Ocurre
en un abrir y cerrar de ojos, y su recuerdo dura a veces para siempre.
Nadie
es tan rico que no la necesite y nadie tan pobre que no pueda enriquecerse por
sus beneficios.
Crea
la felicidad en el hogar, alienta la buena voluntad en los negocios y es la
contraseña de los amigos.
Es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, sol para los tristes y el mejor antídoto contra las preocupaciones.
Pero
no puede ser comprada, prestada o robada, porque es algo que no rinde beneficio
a nadie, a menos que sea brindada espontánea y gratuitamente.
Y si
encuentras a alguien que esté demasiado triste o cansado para darte una
sonrisa, brindale una de las tuyas; porque nadie necesita tanto una sonrisa
como aquél a quien ya no le queda ninguna que dar.
Les
hablo Yohan Cala
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